TE ACEPTO: ES MI RESPUESTA CADA VEZ QUE ME OFRECEN UNA TARJETA DE CRÉDITO

Hace tres días, trabajando en uno de mis grupos del Programa de Educación Financiera Femenina, “Mujer Impulsa Tu Riqueza”, una de mis alumnas de 35 años dijo algo muy similar a lo siguiente:

“La diversión de nuestro fin de semana es asistir a cualquier Centro Comercial mi esposo, los niños y yo. Damos vueltas y lo que los niños quieren, lo compramos. Comemos o vamos al cine o solo damos vueltas y a donde vamos, compramos lo que queremos. Por ahí tenemos un problemita de endeudamiento. Mi esposo tiene 6 tarjetas y yo como 5 y casi de todas vamos pagando el saldo mínimo, la verdad no sé bien, pero lo que si sé es que, si caminando por el Centro Comercial nos ofrecen una tarjeta de crédito, mi esposo o yo (o a veces) los dos, la aceptamos y a los pocos días ya la hemos utilizado casi hasta el tope”.

Sus compañeras (aproximadamente 18 mujeres entre los 34 y 68 años) se quedaron mudas. Yo, trataba de decifrar en su rostro, en su voz o en su lenguaje corporal si se trataba de falta de información o de una acción deliberada para caer en sobre endeudamiento.

El grupo en general estaba en silencio ¿Se estará dando cuenta?, ¡cómo es posible!, ¡wow, qué problema!, ¿los bancos no se estarán dando cuenta en el buró? o ¿quizás lo están haciendo adrede?… en nuestras mentes pasaban cualquier cantidad de estos pensamientos y tratábamos de procesar lo que habíamos escuchado.

Finalmente, después de unos segundos de silencio total, ella y las otras 18 alumnas voltearon a verme sin decir palabra.  Le pregunté:

Beatriz: ¿Querida F, cuál es el plan de tu esposo y tú para liquidar el saldo de sus deudas en tarjeta de crédito?

F: Riendo, ¡ninguno!

Beatriz: (me di cuenta de la realidad).

F: Mi marido es 11 años mayor que yo y él siempre ha sido un desorden en sus finanzas. La verdad yo no era así.

Estando con él no me quedó de otra pues preferí dejar pelear por cuestiones de dinero.

Beatriz: ¿Y que vas a hacer con las 5 tarjetas que están directamente a tu nombre?

F: La verdad no lo sé… seguiré pagando el mínimo y si no puedo más entonces las dejaré de pagar como lo hizo un tío… ¿qué opinas?

Beatriz: opino que eres muy joven a tus 35 años para tomar como posibilidad quedar registrada como un cliente moroso y no confiable para recibir préstamos por parte del sistema financiero formal. Tú misma te estarías cerrando las puertas de créditos de auto, casa, negocio, de liquidez y a tus 35 años considero que sería una pésima idea.  Siempre en muy mala idea pero tú, además, eres muy joven.

(continúo) Considero también que el hecho de que tu esposo elija ser un desorden con sus finanzas no implica que tu también lo seas y que tu salud financiera bien vale actuar con juicio y responsabilidad, aunque a él eso no le guste y por último considero que con el ejemplo, en materia de administración y consumo responsable, que están viendo tus hijos, ya es altamente probable que no sea el más sano de seguir. 

Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos y nos compartió:

“No es en lo único que discuto con él. Una parte de mi está muy consciente del problema en el que me estoy metiendo y no me gusta que los niños aprendan a divertirse sólo comprando en un Centro Comercial. Pero… no sé… ya no sé como poner límites… Estoy con él desde los 15 años y se que estoy cayendo en un túnel financiero sin fondo. ¡Por eso estoy aquí!” 

¡Y Gracias Dios está aqui!. Estamos trabajando juntas y puedo decir sin temor a equivocarme que F saldrá adelante de éstos vicios y hábitos financieros catastróficos pues lo primero que ha hecho es reconocerlo, lo segundo es aceptar que no desea esta forma de actuar  en su vida y en tercer lugar tiene la enorme motivación de enseñar a sus hijos un estilo de vida financiero distinto, saludable y con mayor visión a largo plazo.

No sabes cuántas y cuántas mujeres viven situaciones similares. ¿Y tu estarás siendo una de ellas?

  • Por favor, no permitas desequilibrar tus propias finanzas y mucho menos arriesgarte a vivir en situaciones financieras insanas por alguien más.  No vale la pena. No es correcto para ti.
  • Cualquier deuda que contraigas es un compromiso que estás haciendo TÚ,  de devolver el dinero.
  • Si utilizas dinero que no es tuyo, debes devolverlo.
  • Si sabes que no tienes dinero para pagarlo, ¡no te endeudes mas! y si te ofrecen más tarjetas de crédito ¡NO LAS ACEPTES!.
  • Si sabiendo que no podrás pagar. aceptas la tarjeta y la utilizas, estás siendo tan irresponsable como el banco que te la está ofreciendo y serás corresponsable de tu desastre financiero.
  • ¡No lo hagas, de verdad y con mucho cariño te sugiero que no lo hagas!

F sigue avanzando, ya tenemos un plan para salir de deudas. Hasta el momento en que te escribo su esposo sigue diciendo que no le importa pagar y que ya será “un problema del banco cobrarle”.

F no piensa igual y ha tomado la decisión de poner un límite. “Estar casada con él no implica aceptar que los bancos me llamen por teléfono en la madrugada para cobrarme”.

Sus compañeras y yo estamos con ella, la apoyamos, la aplaudimos y vamos avanzando con su plan para salir de deudas. Si nos necesitas ¡aquí estamos para ti!

Si quieres educarte financieramente, recuerda que Mujer Impulsa Tu Riqueza es un Programa abierto a todas y tiene versiones presenciales y también On line. Nuestro Programa brinda un espacio terapéutico y confiable para poder hablar de nuestro dinero, nuestro patrimonio y aprender herramientas financieras para mantenerlo y hacerlo crecer. 

Puedes pedir informes en impulsaturiqueza@gmail.com, descarga el regalo que tengo para ti dando click aquí y obtén tu Check List para tu Seguridad Financiera. 

Te envío un abrazo grande y gracias por estar aquí.

Beatriz.

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